Parece que la ola de frío llegó a Madrid y se arraigó a la muñeca de los heroicos Tigretones. Ocho fueron, esta vez, los valientes que saltaron a la cancha para hacer historia y seguir manteniendo un balance de victorias/derrotas positivo.
Basándonos en información de la crónica de los asistentes, parece que la defensa no funcionó mal, fue férrea y dio que hablar. Con la vuelta del gran pívot Alf, tendríamos que recuperar la estadística del número de tapones para medir nuestra mejora en la influencia bajo los aros. ¡Bienvenido!
El problema pareció ser el ataque. Un pobre tanteo que no reproduciré por aquí para no dejar constancia en los sistemas buscadores, fue el fruto de que el frío y los témpanos se asentaran en las muñecas de los jugadores. Vamos, nada que no se solucionara con un traguito de alguna sustancia espiritual (o espirituosa), que es algo que tendremos que anotar para próximas ocasiones. Los intentos de canasta se quedaban en los aros y en los tableros y la diferencia de marcador fue aumentando.
A falta de conocer el tanteo final, un análisis rápido de estos primeros partidos nos revela que tenemos que reforzar nuestro ataque y pensar mejores estrategias de tiro. Después, poco a poco, nuestras muñecas irán calentando y, como siempre, en las segundas vueltas estaremos más entonados.
Parafraseando a los nuevos modelos de armada, igual que unos copos de nieve no hacen un invierno, una derrota no hace un fracaso. Así que, para las siguientes....
¡¡¡ un rugido mayor !!!
¡Maaaaaaambo!
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